miércoles, 19 de marzo de 2014

"LAS NOCHES DE CERCEDILLA"


          
Que el poeta Luis Rosales es una figura indisolublemente unida a Cercedilla, es algo conocido por mucha gente amante o desconocedora de su poesía; lo es por aquellos que fueron sus amigos aquí o que tal vez lo vieron de lejos paseando por la plaza, quizá tomando un aperitivo en Casa Sánchez; tal vez caminando por el Valle de la Fuenfría buscando silencio y contemplación…

Luis Rosales llegó a Cercedilla allá por 1961 y adquirió una casa que todavía se conserva y donde produjo gran parte de su obra desde entonces ¿Qué fue lo que indujo a Luis Rosales a permanecer aquí?
¿qué es lo que hizo que se convirtiese en un miembro activo de su comunidad, siendo incluso Presidente Honorario de la Fundación Cultural de Cercedilla?¿Por qué quiso que su cuerpo y el de su esposa reposaran entre estas montañas? 
Tal vez la respuesta la encontremos en su poema “TESTAMENTO”:

“Las noches de Cercedilla,
las llevo en mi soledad,
y son la última linde,
que yo quisiera cruzar.
Quisiera morir un día
mirando este cielo, y dar
mi cuerpo a esta tierra
que me ha dado la libertad.
Quisiera morir un día
y ser tierra que pisar,
tierra en la tierra que sueño
yo, para siempre jamás.


Cercedilla le devolvió en forma de homenajes, colaboraciones, paisajes y amistad el amor que Luis Rosales había depositado aquí.  Aquellos que quieran seguir los pasos del poeta en nuestro pueblo, pueden subir a echar una vistazo al mirador que lleva su nombre en el Valle de la Fuenfría e inaugurado por él mismo. Pedro Laín Entralgo en carta a Luis Rosales, expresó con maestría lo que el Mirador significaba:


"Rodeándote hoy, uniéndose a ti en amistad, porque de su amistad, y no sólo de su bien justificada admiración por ti, ha nacido la idea de dar tu nombre a ese mirador serrano, tus amigos de Cercedilla e islas adyacentes -incluida entre ellas la que solemos llamar Madrid- están conviviendo tu sed y, con su realidad y su compañía, aliviándola, casi saciándola".

 

Contemplar el paisaje releyendo alguno de sus poemas ayudará al visitante a comprender por qué Luis Rosales eligió este lugar…Desde allí, el hipotético visitante podrá dirigir sus pasos al Centro Cultural “Luis Rosales”, en cuyo interior le aguarda una sorpresa: allí se encuentra su despacho junto con su título de académico de la Real Academia de la Lengua, su retrato, el cartel de la calle que se le dedicó en Madrid y sus efectos personales cedidos por su familia en agradecimiento a un pueblo que lo consideraba su hijo. 

Y para finalizar esta “ruta de Luis Rosales”, podremos dirigirnos a su casa, que ahora está siendo reconstruida tras sufrir un incendio. Dos enormes árboles presiden su entrada como testigos mudos de una vida plena y feliz vivida por el poeta y su familia entre nosotros.





          
















Javier Vicente del Río
javiervicentedelrio@hotmail.com






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